Algún día lo había dicho...

"Si por una emoción muy fuerte se llegan a encender todos los cerillos que llevamos en nuestro interior de un solo golpe, se produce un resplandor tan fuerte que ilumina más allá d elo que podemos ver normalmente, y entoces ante nuestros ojos aparece un túnel esplendoroso y que muestra el camino que olvidamos al momento de nacer y que nos llama a reencontrar nuestro perdido origen divino. El alma desea reintegrarse al lugar de donde proviene, dejando al cuerpo inerte"...



Dedicado y agradecido a Vicho, "Como agua para chocolate".

2 comentarios:

laura! dijo...

vaya... por fin te leistes el libro¿?
esta genial!

Anónimo dijo...

Menudo libro de cocina...